“Nuestra respiración tiene también la virtud de consistir en un proceso muy conveniente para apoyar la conciencia en curso de nuestra vida diaria. Mientras vivamos, nos acompaña. Nos es imposible salir de casa sin ella. Siempre está ahí para que nos ocupemos de ella sin importar lo que hagamos, sintamos o experimentemos, estemos donde estamos. Sintonizar con ella nos lleva inmediatamente al aquí y al ahora. Inmediatamente echa el ancla de la conciencia de nuestro cuerpo al proceso básico, rítmico y fluido de la vida.” (Jon Kabat- Zinn)
Comenzar con esta frase que nos comparte Jon Kabat-Zinn, quién trajo al mundo occidental los beneficios de aplicar la atención plena: Mindfulness y meditación no sólo con fines clínicos, también como forma de vida; nos deja muy en claro que esta función es vital en nuestra vida, antes que comer, antes que dormir, antes que pensar.
Lo más sorprendente es que no le damos la importancia que se merece; al ser una función vital pero “automática” no le prestamos atención porque el cerebro está programado para no dejar de respirar hasta el día que dejemos de existir en este mundo terrenal, pero que gran descuido y que inconsciencia en la que vivimos !! Nuestra respiración no sólo es aire que entra y sale por la nariz, es energía básica, es nuestro primer “alimento” al cuerpo físico y energético, es elemento primordial en el metabolismo, es nuestro PRANA… nuestra energía vital desde que nacemos, es parte de la primera evaluación al salir al mundo el día de nuestro parto (calificación de Apgar) la calidad y cantidad de energía con que inhalamos por primera vez y exhalamos en un llanto iniciando nuestro proceso innato y autónomo en la vida.
Es tan maravilloso este proceso de inhalar y exhalar que nadie nos enseña a hacerlo, lo traemos como un “chip” en nuestro cerebro, pero se vuelve imperceptible y como lo mencioné anteriormente, en muchos casos poco importante en nuestras vida, al punto que al paso del nuestro tiempo en este mundo, la vamos deformando haciéndola cada vez mas corta e irregular y nos hundimos en la inconciencia a tal grado que aún cuando nos sentimos exhaustos por esta falta de energía, no hacemos nada, y por el contrario, contaminamos nuestro cuerpo con humo generado por nuestras actividades o vicios adquiridos… que ciegos podemos estar!!! Al mermar nuestra vida cada día que no nos ocupamos de respirar con calidad, de comenzar nuestro día con una inhalación profunda que nos llene de energía y una exhalación que nos llene de paz.
Y podemos estar perdidos en nuestros pensamientos y en cumplir todas las exigencias que nos ponemos sintiéndonos estresados, perdiendo la atención a nuestra vida, cuando el secreto de regresar al aquí y al ahora lo tenemos al alcance de nuestra mano de forma innata: en nuestra respiración, que es nuestra ancla para ir a nuestro interior y regresar al presente cuando somos presos de los pensamientos y las emociones incontroladas, en resumen; la clave para reducir nuestro estrés lo tenemos en nuestra función vital: La RESPIRACIÓN.
Entonces… ¿Porque no nos hacemos conscientes de llevar con nosotros nuestra respiración y nuestra atención a esa respiración? Anclarnos en una vida orientada a vivir Mindfulness y cada vez que nos sintamos estresados acudimos a nuestro interior de la mano de la Respiración.
Claudia Muñoz. Julio 2020. Instituto Mindfulness de México.